jueves, 27 de septiembre de 2018

Un pulso al fracaso


¡Hola chicos y bienvenidos a una entrada más de mi blog! Ahora mismo en clase estamos tratando el tema de las funciones del profesorado en las aulas y en relación a ello, hoy hemos visto un documental, Un pulso al fracaso, que mostraba el funcionamiento de una escuela de segunda oportunidad. Los protagonistas eran alumnos de 16 y 17 años y algunos educadores de este centro. Mi objetivo con esta entrada es analizar este documental en relación al Artículo 91.1.g, que dice de esta manera:



“La contribución a que las actividades del centro se desarrollen en un clima de respeto, de tolerancia, de participación y de libertad para fomentar en los alumnos los valores de la ciudadanía democrática”




  • A estos centros suelen acudir jóvenes, conflictivos y que son malos estudiantes provocando que el ambiente en clase a veces no sea tan pacífico como en cualquier otro centro. Es aquí donde los profesores tienen que hacer todo lo posible para crear un clima pacífico y de respeto, como propone el propio Artículo. Para conseguir ese clima de respeto, los centros de segunda oportunidad dan mucha más importancia a inculcar valores, como el respeto y fomentar una buena convivencia en clase, a impartir el temario. Esta es una de las ideas que se muestra en el video, mostrando el día a día del funcionamiento de las clases. Una de las escenas que reflejan esta idea es una en la que un profesor (psicólogo, pedagogo), decide parar la clase para tratar un conflicto que había habido el día anterior: un alumno había robado un objeto personal a otro. El objetivo en esta situación del profesor es hacer reflexionar a los alumnos, para inculcarles una serie de valores propios de nuestra sociedad.
  

  • Otra de las cuestiones que ayudan a mantener ese clima de respeto en las aulas son las salidas que son organizadas por parte del centro. Con estas salidas, los alumnos viven con sus compañeros nuevas experiencias, pero además también se mejora la relación con el profesor, a quien ya no ven como un enemigo o una persona superior a ellos. Creando este clima, luego resulta más fácil que en las clases el ambiente sea de respeto y pacífico, tanto entre los alumnos, como con el profesor.






Me gustaría resaltar el gran trabajo de estos educadores, ya que su labor va mucho más allá de transmitir unos meros conocimientos académicos. En mi opinión se enfrentan a situaciones mucho más complicadas que en cualquier otro centro, que les hace involucrarse en la vida de los estudiantes.

Si no habéis visto este reportaje, os animo a verlo, ya que muestra de una manera completamente natural el funcionamiento de estos centros. 

¡Hasta pronto chicos!


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